Con Laura y Pablo he compartido momentos increíbles: lloré el día de su boda, he visto crecer a Pablito y hace unos días celebramos la llegada de Salva.
Esta es la familia que ellos han formado y para mí es emocionante sentirme parte de la misma. Parece que fue ayer cuando Pablito llegaba al mundo o cuando estaba fotografiando a Laura y Pablo en las habitaciones de aquel hotel a tan solo unas horas de darse el «sí, quiero».
Lo cierto, todo sea dicho, es que ha sido una de las mejores bodas en la que he podido trabajar, desde el primer momento me he sentido muy implicada con esta pareja y me he emocionado mucho viéndolos hacer historia juntos.
La cosa es que ahora ha llegado Salva y han querido contar conmigo para hacer lo que en principio sería una sesión de mamá y bebé, pero ambos Pablitos no podían faltar y la cosa se alargó hasta llegar a ser también una sesión de familia. El equipo que ellos cuatro hacen es tan especial que necesitaba ser inmortalizado para siempre.
Cuando me contratan para sesiones de fotografía siempre me esfuerzo mucho en captar lo que esa familia, pareja, mamá… me transmite. Dedico unos minutos a pensar en ello, cojo la cámara de fotos y me centro en captar su esencia en exclusividad. Así consigo dar lo mejor de ellos y lo mejor de mí. Por eso siempre os hablo de que el tipo de fotografía que yo más trabajo es fotografía lifestyle.
Laura, Pablo, Pablito y Salva son tan naturales y espontáneos que si en algún momento el peque llora, nunca se convierte en un motivo para dejar de disparar. Así es como todo fluye con ellos. Por eso disfruto tanto cuando después de unos años siguen contando conmigo.
Os enseño en este post algunas de las fotografías que salieron de aquella sesión de fotos que para mí fue tan especial.
Gracias a personas como vosotros *HandMade* Photo sigue creciendo!