¡Estábamos deseando que llegase el día de la comunión de Jorge! Y, aún con todo lo sucedido, fue un día muy especial gracias a todo el amor, cariño y empeño de su familia.

El otro día Jorge comulgó tras unos cuantos meses de espera.

A principios de julio fuimos con su familia a hacerle unas fotos con el traje que llevaría, que por cierto es súper chulo y por eso necesitábamos una localización muy molona. La sesión fue genial, pero no hemos querido enseñar nada hasta después de que este sábado comulgase.

Las cosas no han salido como ellos tenían planeado. Debido a las nuevas restricciones, sus amigos no pudieron venir. Pero yo sigo pensando que cuando deseas tanto que algo suceda o que llegue un día muy especial, la magia se encarga del resto.

Jorge y su familia son gente maravillosa que supo estar a la altura de las circunstancias. Finalmente, todo quedó en una reunión familiar muy íntima y emotiva donde cada uno dio lo mejor de sí mismo para celebrar algo tan importante para su protagonista, Jorge.

El peque estaba súper emocionado, correteando de un lado a otro con su hermano y sus primos.

Lo que más disfruté fue la visita responsable que Jorge y su familia hizo a los bisabuelos, que además estaban súper emocionados e ilusionados de ver a su primer bisnieto vestido de marinero. Y yo me emocioné de vivirlo y me acordé, una vez más, de que tengo un trabajo precioso. Quise inmortalizar ese momento único con una fotografía generacional de bisabuelos y bisnietos y sí, casi muero de amor haciéndolo.

Os dejo por aquí algunas fotografías de la sesión de fotos que hicimos en julio y del día de su comunión en casa con sus familiares. Espero que os gusten!